Este proyecto fue un encargo del año 2011 para la empresa Sempervirens Servicios Ambientales.
Lo que se pretendía con la identidad corporativa era que ésta transmitiera la misión de la empresa: poner en valor el patrimonio natural, principalmente, pero también cultural y etnográfico que atesora un determinado espacio y servir de correa de transmisión entre estos valores y el público que lo visita, valiéndose para ello de disciplinas como la comunicación e información, la educación ambiental y la interpretación del patrimonio. De esta manera los tres ejes centrales eran: Patrimonio natural, personas y patrimonio cultural las cuales fueron representadas por tres pictogramas que acompañarían al nombre de la empresa.
Su significado sempervirens “siempre verde” fue decisivo para la elección de los colores, dos tonalidades de verde que separarían los dos términos “Semper” “virens”.